Este viernes, en el jardÃn de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid se plantó, junto a un busto de Hipócrates, un retoño del legendario árbol de la isla griega de Cos, bajo cuya sombra se dice que el padre de la Medicina daba clases a sus alumnos hace 2.500 años. Tras la presentación por parte de Rafael Garesse, rector de la UAM; Juan Antonio Vargas, decano de la Facultad de Medicina; Nikos Kastanos, y Christodoulos J. Lazaris, embajador de Grecia en España, el doctor Juan GarcÃa Puig pronunció una conferencia sobre La relación médico-paciente, y luego se entregaron distinciones a los doctores Pilar Arroyo Gordo, Rafael GarcÃa de Sola, Antonio GarcÃa GarcÃa, Vicente Pastor Aldeguer, Luis Buzón Rueda y el propio Juan GarcÃa.
Varias universidades del mundo, desde Salerno a Boston y Barcelona, ya cuentan con un descendiente del Platanus orientalis que a su vez derivarÃa del original y del que se dice que el apóstol Pablo de Tarso también reunÃa a sus discÃpulos a su sombra. Cerca de ahà se encuentran las ruinas del Asclepeion, un edificio consagrado al dios de la medicina Asclepio.
PREGUNTA. ¿Cómo y cuándo nació el Movimiento Hipocrático?
RESPUESTA. Es una asociación sin ánimo de lucro, reciente en España, que ya cuenta con un nutrido grupo de profesionales sanitarios. La iniciativa es similar a otras que se están poniendo en marcha en varios paÃses y responde a la necesidad de sensibilizar a los sanitarios sobre la importancia de preservar la cara humana de la Medicina en medio de la revolución tecnológica que vivimos. En estas situaciones de cambio, de reajuste, es necesario volver a los fundamentos, la esencia de nuestra profesión; reconsiderar cómo se ha concebido. Necesitamos una guÃa y ¿quién podrÃa tener más autoridad que el padre de la Medicina?
P. ¿Por qué Hipócrates sigue estando vivo en la medicina actual?
R. Es la primera persona que separó la medicina de la religión y que dijo que todas las enfermedades tienen causas naturales; no son castigos de los dioses, por lo que la curación se consigue a través de medios fÃsicos. Hipócrates definió el arte de la medicina como la combinación de dos partes que tienen cada una el mismo peso: excelencia en la ciencia y excelencia en el trato humano del paciente. Es el que dio un papel primordial a la ética, y considero que cada médico deberÃa jurar y establecer un compromiso con la sociedad que actuara con absoluto respeto a la ciencia, al hombre y al sufrimiento humano. Hoy, en pleno desarrollo de la tecnologÃa, es muy necesario recordar a todos los que quieren ser médicos las guÃas que estableció Hipócrates, como la tan conocida de “A veces curamos, a menudo tratamos, pero siempre consolamosâ€.
“Hipócrates definió el arte de medicina como la combinación de ciencia y trato humanoâ€
P. ¿Sigue siendo válido su Juramento o habrÃa que actualizarlo como sugieren algunos?
R. Personalmente creo que el juramento se debe ver de forma conceptual. En realidad, lo que establece es un compromiso con la sociedad de servirla de forma responsable, ética y humanista. No cabe duda de que Hipócrates fue una persona excepcional que pudo trascender su tiempo. Redactó el juramento según las condiciones y conocimientos de hace 2.500 años. Estoy seguro de que hoy lo adaptarÃa a las circunstancias actuales, pero manteniendo su espÃritu. El juramento lo modificó algo la Asociación Mundial de Medicina, después de la Segunda Guerra Mundial, y no hace mucho en Lisboa. Han cambiado temas concretos, pero se ha mantenido el servicio a la sociedad.
P. ¿Cree que los médicos reciben la formación adecuada para cumplir con las dos partes que exige su profesión: la ciencia y el trato humano al paciente?
R. Hipócrates consideraba que el medico deberÃa recibir formación en ciencia y en filosofÃa. Sin embargo, durante los últimos cien años en las universidades se ha enseñado únicamente ciencia. La empatÃa, el manejo de las emociones, son habilidades cognitivas que se aprenden al igual que la histologÃa o el ECG.
P. ¿Qué objetivos persigue y cómo funciona el Movimiento?
R. Trabaja a través de grupos que se crean en universidades, sociedades medicas y hospitales. El propósito es sensibilizar sobre la importancia de la parte humanista en el ejercicio de la medicina, a través de conferencias, cursos, seminarios, mesas redondas, publicaciones. También distinguimos a Profesionales Sanitarios Hipocráticos Sobresalientes, personas que hayan sabido combinar la excelencia en ciencia y en humanismo. Es una forma de darles las gracias y de auparlos como ejemplos para los profesionales jóvenes. Se les entrega una placa honorÃfica y su nombre se inscribe en el libro de honor del Museo Hipocrático de la isla de Cos. Tras un acuerdo de colaboración con la municipalidad de Cos, en las Facultades de Medicina plantamos retoños del famoso árbol hipocrático con la esperanza de que alrededor de ellos los nuevos médicos, al licenciarse, hagan el Juramento Hipocrático. Finalmente, intentamos crear una red de Hospitales Hipocráticos Humanistas; se nombran asà los hospitales que aceptan el compromiso de proporcionar una atención compasiva, colaborativa y cientÃficamente excelente.
El juramento establece un compromiso con la sociedad de servirla de forma ética y responsableâ€
P. ¿Qué actividades habéis realizado en España y qué proyectos tenéis?
R. Durante los últimos doce meses se han plantado árboles hipocráticos en facultades de Medicina y hospitales de Barcelona, Málaga y ahora Madrid. Tenemos peticiones o estamos en negociaciones para plantar más árboles en Madrid, Granada, Mallorca, Sevilla, Barcelona y Gerona. Las sociedades SEOM, de OncologÃa, y SEC, de CardiologÃa, han aprobado la creación de grupos hipocráticos y estamos en negociaciones con otras sociedades. Aún somos una organización muy pequeña.
P. ¿En qué habrÃa que insistir a los estudiantes de Medicina para no perder ese ‘contacto cercano’ con el paciente?
R. En su gran mayorÃa, los profesionales de la salud inician sus estudios por vocación, por su interés humanista de ayudar al que sufre. Sin embargo, a lo largo de sus estudios y durante el ejercicio de su profesión, buena parte de ellos pierden esta vocación. Es un hecho que perjudica no solo a los pacientes, sino a los profesionales, que dejan de disfrutar de su oficio.
“En el Museo de la isla de Cos figurarán los Profesionales Hipocráticos Sobresalientes que distinguimosâ€
Creemos que desde el primer año de estudios y durante el ejercicio de la profesión se les debe ayudar para mantener viva la llama de la vocación humanista. Se tiene que evitar el desequilibrio actual en la formación entre ciencia y humanismo y se tienen que tomar las medidas estructurales para permitir a los médicos ejercer su profesión de forma adecuada. Creemos que la formación del médico en la empatÃa, en el manejo de la tecnologÃa para acercarle al paciente en lugar de distanciarle, son conocimientos tan importantes como el resto. Tenemos mucha confianza en los grupos hipocráticos y esperamos que en cada facultad, hospital o sociedad médica se facilite la formación necesaria para el ejercicio y desarrollo del toque humano.
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